domingo, 18 de julio de 2010

Boletín Nº 3
Hola amigos nuevamente nos encontramos.
Estamos felices de toda la ayuda y apoyo que hemos encontrado en la comunidad civil y en nuestras comunidades diocesanas, mil gracias a todos.
Tenemos tantas cosas lindas para compartir. Tantas alegrías, logros, concreciones, y también algunos dolores…
Queremos compartir mucho pero sobre todo queremos insistir en que esta obra es una Familia, también es un centro terapéutico, pero primero una gran FAMILIA. Nuestras puertas están abiertas para que nos visiten.

Estamos caminando…
De la mano de Dios ya vamos caminando como “Familia de la Esperanza” en Uruguay, en agosto cumplimos un año. En este camino trascurrido hasta ahora ya se pueden ver los primeros frutos del amor. Los primeros gurises ya firmes asumiendo responsabilidades son una luz para los que recién llegan sumergidos en la oscuridad tan dura como es el flagelo de las drogas, algunos aquí en Uruguay, otros en Argentina y Paraguay. La familia cada día es mas grande y las necesidades también…
Las experiencias concretas de la Palabra vivida por los jóvenes y contadas por ellos mismos son una prueba más de que no estamos solos en esto, sino que Dios nos acompaña siempre. Responsable Daniel Barbosa.
Testimonio:
Mi nombre es Mariana, tengo 14 años y vivo en el barrio… de Montevideo.
Cuando entre en el liceo conocí ciertas "amistades" que me presentaron la marihuana, mi comportamiento cambió bruscamente haciendo que mi familia sospechase de lo que estaba aconteciendo. Mas tarde conocí otras drogas alucinógenas como la cocaína, que en poco tiempo me llevó a experimentar la Pasta Base. Fue muy rápido, en poco tiempo quede totalmente viciada, me escapaba de mi casa para consumirla y solo volvía cuando mis padres después de varios días de sufrimiento y desespero me encontraban. Pensaba que podía parar cuando quisiera, pero no fue así, pues ya no tenía el control de ella. Al principio vivía consumiendo, pero después tenía que consumir para vivir. La droga me había robado la confianza de mi familia, la oportunidad de estudiar, mis sueños, estaba perdiendo mi vida. Entonces pedí ayuda. Me interné en un hospital psiquiátrico por un mes que era lo que mi mutualista me ofrecía como ayuda. Recibí la propuesta de irme a vivir a Brasil con mis tíos donde conviví por cinco meses, estaba limpia pero aún así no era feliz. Entonces decidí internarme, el día 15 de noviembre de 2008 entre en la Fazenda da Esperança donde encontré una luz, aprendí que la felicidad se encuentra en hacer feliz a nuestro prójimo, tendiendo la cama de una compañera o ayudándola con su tarea. Con pequeños actos encontraba nuevamente razones para vivir. Finalmente concluí mi recuperación de un año y decidí quedarme mas tres meses como voluntaria dando gratis aquello que había recibido que era el amor de Dios. En febrero retorné a mi hogar, junto con mis seres queridos donde intento hacer la diferencia de todos aquellos que todavía continúan en esa vida de dolor. Encontré en el sufrimiento la felicidad, estoy libre de las drogas, y con esperanzas en un futuro digno y repleto de amor.

Carta del exterior
Hola hermanos del Uruguay: Mi nombre es Jorge y hace dos meses y once días que tuve la gracia que mis responsables me dieran la oportunidad de hacer una experiencia en la Fazenda de Paraguay, de lo cual no me arrepiento. Gracias a Dios pude descubrir y aprender el valor de la familia, le agradezco por haber conocido sus instrumentos que fueron, son y serán una luz para mi….
Hoy día yo mismo me sorprendo de la paz que llevo dentro de mi, por eso les digo que perseveren, tengan muchas fuerzas en su caminata y nunca se olviden que para Dios nada es imposible. Este es el mejor camino que pudieron elegir para su recuperación…
Que Dios los acompañe y bendiga siempre.
Jorge, 27 años (Fragmento de su carta enviada a sus compañeros de Uruguay)

Experiencia
Aquellos que tienen un familiar o amigo, o conocido con una adicción con consecuencias más o menos graves tanto para él como para los que lo rodean, e incluso la sociedad, sienten que la Fazenda de Esperança es un lugar donde puede recuperarse.
Pero ver la Fazenda solo para eso, es como ver un solo color del arco iris. Por eso a través de estas líneas quiero que puedan conocer otro de los colores.
Soy Beatriz, tengo 49 años, oriunda de Fray Bentos, empleada pública, y conocí la Fazenda en la Semana santa del 2006, en Paso Fundo – Estado De Rio Grando do Sul – Brasil.
Para mi esa fue “La Semana Santa” que marcó un momento importante en mi vida.
Pertenezco a una familia católica, en la cual es precepto de participar de las misa los domingos no se cuestionaba, pues era algo natural. Hacia unos años que me interesaba por la vida de San Francisco y como él siguió a Jesús, viviendo su vida según el Santo Evangelio. Pero a partir de esa Dichosa Semana Santa del 2006, comencé a comprender levemente la profundidad de ese modo de vivir de San Francisco.
Digo levemente, porque el Señor en su infinita sabiduría, sabía que si me mostraba todo lo que me fue mostrando en los años siguientes, yo me había asustado ante tanto Amor, y hubiera salido corriendo, pero en sentido contrario.
En la Fazenda, di mis primeros pasos para reconocer “mis adicciones” algunas de las cuales la llamo manías, superioridad, comodidad,. . . etc.
Comencé a darme cuenta, de que estaba envuelta en una maraña de hilos, con nudos que me ataban y no me permitían moverme para acercarme al otro y verlo como una persona única creada por Dios. Cada día sigo desatando o cortando nudos, muchos de ellos casi invisibles, que poder verlos debo abrir aún más los ojos de mi corazón. No es fácil, cada día es un recomenzar, pero la suave alegría que experimento cuando me libero un poco y me puedo aproximar más al otro, es tal que el corazón reconoce la misericordia de Dios y lo alaba.
Fazenda es un lugar donde se aprende a mirar la vida con otros ojos, y a poner el cuerpo, la mente y el espíritu en movimiento hacia ese nuevo proyecto. Por eso te invito que cuando tengas la oportunidad de visitar una de las Casas de la Fazenda da Esperança, deja en la entrada todos tus prejuicios, y abre tu corazón a una nueva experiencia, yo te aseguro que vale la pena despojarse del “Hombre viejo” para vestirse de “Hombre nuevo”.
Que el Señor te Bendiga. Paz y Bien

Viaje a Córdoba
Días de intercambios de experiencias, de juegos en competencias, de meditaciones, de dialogo, de muchas ganas de compartir y vivir la experiencia juntos de estar bien, “de cara limpia” frente a la vida.
En Deans Funes (Córdoba, Argentina) se dieron cita las Fazendas de Paraguay, Uruguay y Argentina, más de 120 muchachos compartiendo una semana. Para muchos de ellos un antes y un después. Para todos unos días diferentes y con mucha emoción y alegría.

Reunión con la familia
Una vez al mes nos encontramos con la familia de los muchachos para compartir un poco como va la caminata y también escuchar y sentir como la familia también esta cambiando, es necesario, sino después todo es más difícil.
Los muchachos hablan y aprenden hábitos nuevos que la familia tiene que acompañar y aprender también.

Formación
Para los muchachos se realizo y participaron tres uruguayos en la formación durante un mes en Córdoba, donde se les invita y alienta a seguir profundizando sus raíces, sus vínculos, sus relaciones personales y familiares, con los compañeros, amigos, etc. Cada uno se prepara para dar algo de todo lo que ha recibido, la espiritualidad es el elemento más fuerte de esta recuperación. Es Dios quien sana, quien ama, quien escucha, quien acompaña, etc.
También los miembros del Equipo que acompaña la Fazenda van teniendo distintos momentos de formación, que los ayuda a seguir creciendo como personas y capacitando para Amar mas libres y totalmente.

Nuestros números de cuentas en el BROU
En $ 057 010 75 26
En U$S 057 010 75 34
GRACIAS
Fazenda Esperanza “¿Quo Vadis?”
18 de julio s/n- Tel. (0466) 3115
Cerro Chato – Treinta y Tres. CP. 33204


Correo Electrònico: fazendauy@gmail.com Site: www.fazenda.org.br
Responsable Daniel Barbosa Cel. 094 398 068 (Cerro Chato)
Pbro. Dante Bardier Cel. 095 080 183 (Cerro Chato)
Pbro. Gabriel Tojo Cel. 094 961 256 (Treinta y Tres)
Beatriz Bardier Cel. 099 713 676 (Montevideo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario